Fundamental pero difícil
Lo sssiieenn..... to, me equiv... Me equiv... Me equivoq... Me equivoqqq qué, p... pep... pperrr... Perddd... Perdonnna... Perdóname.
A veces perdonamos, pero no olvidamos. La queja es "cada vez que hay oportunidad vuelve a recordar la ofensa y me hace sentir que nunca fui perdonado/a. Es el principio del rencor.
Pero esto muchas veces sucede porque no se cumplieron los pasos del perdón.
En la Biblia hay un verso muy interesante sobre la ley acerca de aquellos que cometieran errores sin intención.
"Si un individuo comete un pecado involuntariamente, la persona culpable llevará una cabra de un año como ofrenda por el pecado. El sacerdote la sacrificará para purificar a la persona culpable ante el SEÑOR, y la persona será perdonada." (Números 15:27-28 NTV)
Dios estaba dispuesto a perdonar a quienes cometieran errores no intencionales si rápidamente se daban cuenta de ellos y los corregían. Sin embargo, quienes pecaran descarada y deliberadamente recibirían un juicio más severo. El pecado intencional surge de una actitud indebida hacia Dios, mientras que el pecado involuntario podía cometerse por ignorancia, en todo caso, había un procedimiento para pedir el respectivo perdón.
Por ejemplo, un niño que conscientemente desobedece a sus padres, pone a prueba su autoridad y los desafía a responder. Cuando esto sucede, las acciones y la actitud deben ser corregidas, pero un niño que rompió el jarrón favorito de mami por accidente, pareciera que no tuviera la culpa porque fue sin intención, sin embargo, debe demostrar la tristeza por el daño hecho. Una falta intencional o involuntaria de todas maneras supone una petición de perdón. Por eso, el hecho de que "fue sin intención" o "fue sin querer" no son excuas para evadirse.
Pidiendo perdón:
Primero que todo, el perdón es la decisión y opción de renunciar al derecho de una venganza, represalia o pensamiento negativo hacia el ofensor, para librarse del enojo y el resentimiento. Este proceso promueve la curación y la restauración de la paz interna y puede ayudar a que haya reconciliación en la relación. Es también importante aclarar lo que el perdón no es. El perdón no es el olvidar, justificar o perpetuar la injusticia. Puesto que a veces es inseguro o imposible, el perdón no siempre implica la reconciliación. El perdón no es siempre rápido, es un proceso que puede tomar tiempo para hacerse evidente. No apresure a su pareja si necesita pasar días o semanas en el proceso de conceder el perdón.
La fórmula para pedir el perdón es sencilla y se puede resumir en tres frases, así:
"Lo siento, me equivoqué, perdóname."
1. Lo siento:
Admita que lo que hizo fue indebido o hiriente.
Intente entender o empatizar con el dolor que ha causado, valide sus sentimientos.
No diga "si te ofendí" o "si te sentiste ofendido". Obviamente la persona está herida y sea que la ofensa haya sido intencional o no, debemos validar y sentir el dolor de la otra persona.
2. Me equivoqué:
Asuma la responsabilidad de sus acciones y haga la restitución si es necesario.
Asegure a su pareja o a su hijo, o la persona ofendida que no lo hará otra vez. Aguante las ganas de justificarse y admita el error. Esto le hará ver a la otra persona que usted es maduro y sabe reconocer una falta. La restitución significa hacer algo extra, pagar por el daño o dar un regalo que demuestre el sentimiento de pena por el daño causado.
3. Perdóname:
Verbalize la petición de perdón. Practique a solas si es necesario. Si la falta ha sido importante, no diga solamente "discúlpame" diga "perdóname". Recuerde también que la actitud es importante, no es una demanda a la cual la otra persona está obligada a responder positivamente. Es en cierta manera una súplica.
Y por último, acepte que usted no es perfecto y dese usted mismo la oportunidad de mejorar. No se quede estancado en la culpa.
Otorgando el perdón: Es también una fórmula sencilla de dos frases: "Gracias por entender, te perdono."
Esto es, asumiendo que usted ya ha podido explicar de forma asertiva qué es lo que le molestó. Antes de siquiera hablar sobre la ofensa cometida hacia usted, reconozca su dolor y enojo. Investigue dentro de usted qué es lo que realmente le hirió y qué es lo que siente ¿es indignación, es celos, es tristeza, o decepción? Deje que emerja el sentimiento de no haber sido respetado. Al reconocer el sentimiento, podrá expresarlo más elocuentemente. "Me siento defraudado/ignorado,etc. cuando haces... "
Además de esto, es importante que sea específico sobre sus expectativas y límites futuros "me gustaría que... esto me haría sentir respetado/validado, etc "
Ahora sí, renuncie al derecho de “vengarse”, pero insista en ser tratado mejor en el futuro. Luego olvide la culpa, el resentimiento y la negatividad hacia su pareja. Si solo se enfoca en lo negativo, no encontrará razones para perdonar, pero si piensa en los aspectos positivos de su pareja, se dará cuenta que debe y puede perdonar.
Cuando escuche la petición de perdón y la empatía que su pareja está tratando de demostrar, diga:
1. "Gracias por entender"
Valore y valide el esfuerzo de su pareja por ponerse en sus zapatos. No hay nada más frustrante que el sentir que los esfuerzos de uno son rechazados o infructíferos. Si usted nota que la persona es sincera, facilite el camino hacia el perdón, agradeciendo la comprensión del otro.
2. "Te perdono".
Comunique su decisión de perdonar. Es importante decirlo, porque el capítulo queda cerrado. Hay evidencia de que el asunto ya está saldado. A usted mismo le hará sentir mejor soltar esa cadena y dejar ir el rencor. En el futuro, cuando le vuelva a la mente la falta cometida, usted podrá recordar las palabras de gracia que dió al decir "te perdono".
Vale decir que estos pasos funcionan no solo con la pareja, sino con cualquier tipo de relación entre familiares y amigos.
"Cuando se perdona una falta, el amor florece, pero mantenerla presente separa a los amigos íntimos." Proverbios 17:9 NTV
Espero les sirva,
Merly Moya
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